Ya se me ha pasado la euforia. He aterrizado. Una llamada en un mes y yo me vuelvo loca y me monto una película. Y aunque fuera real, ¿por qué pensar en él si vivo a cientos de kilómetros y no lo veré en meses?
No te preocupes, Ro, de verdad. Tengo los pies en la tierra.
Inevitable; aunque lo de montarnos la película nos continúa ocurriendo muchos años más tarde. Si es que no aprendemos!!!!
ResponderEliminarBesos
chica, ¿y por qué tenemos que tener los pies en la tierra? yo propongo que soñemos más.
ResponderEliminarpor cierto, me encata tu blog!