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lunes, 15 de noviembre de 2010

Lunes, 15 de noviembre de 2010. Contestando. Stop

(Entrada exclusiva para Ro, en respuesta a su bombardeo de preguntas)
María no ha ido a clase. Lo mismo está mala y ayer no pudo avisarme.
No, no me llega la foto de Jaime, pero he flipado con la poesía esa que te ha escrito. ¿En qué siglo dices que nació este chico? :D No te cabrees, que te lo digo en broma. Es que me corroe la envidia ;)
Y no, de verdad que no sé nada de Óscar, salvo esa cancioncita tonta que me dejó grabada en el móvil. A este hombre no hay quién lo entienda.
Me caigo de sueño. Mañana, más. Bss

domingo, 14 de noviembre de 2010

Domingo, 14 de noviembre. Espuma de jabón

No ha aparecido. ¡MARÍA NO HA APARECIDO! También es verdad que no sé dónde vive, ni tengo su teléfono ni nada, así que no sé nada de ella. Lo mismo se ha perdido cuando venía para acá y se ha vuelto a su casa. Ella tampoco tiene mi teléfono. Me ha jorobado, porque me he levantado pronto solo porque había quedado con ella a las 10. Con lo a gusto que me hubiera quedado en la cama. A ver qué me cuenta mañana, porque menudo plantón... Y si os digo la verdad, ya contaba con estudiar con ella, y con sus apuntes superperfectos llenos de subrayados, colorines y esquemas.
Mis padres se han empeñado en hacer una comida especial para celebrar que el martes hacemos un mes aquí. Yo ya no sé cómo GRITARLES que no tengo nada que celebrar.
-Bueno, bueno, que el viernes no debiste de pasártelo tan mal, con las horitas a las que apareciste. (Mi madre)
-¿A qué hora llegaste? (Mi padre)
-Antes que tú, desde luego. (Yo a mi padre)
Según lo solté, cerré los ojos, sabiendo la que me iba a caer por la bordería. Pero es que me cabreó un montón el tonito de mi madre. Vale, sí, me lo pasé bien, ¿y qué? Mejor me lo hubiera pasado en Madrid, con todos vosotros.
No se enteran de nada.

Hizo soufflé (suflé? soufflè?), que no sé ni lo que es, pero era como masticar espuma de jabón; y brindaron con champán. Cuando empezaron a decirse tonterías me largué a mi habitación. Parecen dos adolescentes, ¿qué narices les dan en Villatostón para que pierdan la cabeza de esa manera?

sábado, 13 de noviembre de 2010

Sábado, 13 de noviembre. Bailar


¿Allí también suena Bruno Mars? Yo creo que el viernes pasado pusieron esta canción como cien millones de veces. A mí no me gustaba pero, de tanto oírla, parece que le voy cogiendo cariño. Estuvo bien; lo del viernes, digo. Conocí a un montón de gente del instituto y me reí. Y bailé. Dios, cómo me apetecía bailar, y cómo me gustó volver a hacerlo y hablar a gritos y decir tonterías y más tonterías y bailar otra vez.
Miguel también estaba allí. Y ¿os lo podéis creer? ¡No me dirigió la palabra! De vez en cuando le pillaba mirándome. Bueno, no es que le pillara, es que el tío no se corta un pelo. Ni siquiera pestañea cuando ve que le devuelves la mirada. Pero no se dignó acercarse. Con tanta gallinita a su alrededor debía de estar muy entretenido :-P
Llegué supertarde y mi madre me dio la superbronca. Pero no me ha castigado. De verdad os digo que creo que le doy lástima. ¿Hay algo más patético que dar pena a tu propia madre? Pero hoy no he salido de casa en todo el día, para compensar, no vaya a arrepentirse y me castigue a posteriori. Y mañana me toca verme con María para estudiar. ¿Para qué narices le diría yo nada de quedar? En fin. Me voy a la cama.
P. D. Ro, se te ha olvidado mandarme la foto de ese tal Jaime :-)

viernes, 12 de noviembre de 2010

Viernes, 12 de noviembre. La novia hacia el altar

¿Os lo podéis creer? Estoy nerviosa. Vamos, ni que esto fuera una película americana y yo la prota del baile ese de promoción donde las pavas llevan flores en las muñecas y, si no tienen acompañantes, están jodidas.


Miguel se ha acercado esta mañana, al final de Mates, y me ha dicho:
-Nos vemos hoy, ¿no?
-¿Dónde?
No era chulería, es que me ha dejado a cuadros.
Y él me ha mirado un momento, como calibrando algo, y luego se ha echado a reír. ¡Qué raro!
Mi madre me ha regalado dos horas extras "siempre que vuelvas acompañada". Debe de verme realmente desesperada para que se estire tanto.
¿Dejaré de ser chorizo? Mañana os cuento.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Jueves, 11 de noviembre. ¡Plan!

No os lo vais a creer, ¡pero creo que tengo plan este finde! Bueno, y lo más difícil de creer es que no sé si me apetece, ¿quién me entiende? Resulta que Ainoa se me ha acercado hoy en un intermedio de clase y me ha dicho: "¿No vienes?". Como si fuera lo más normal. Se refería a si iba con ellas a Las Latas, que es un rincón que hay en el patio donde tienen un par de máquinas de vending que nunca funcionan, pero que es donde se reúnen unos cuantos. Los más guay. O los que se creen más guay. No lo sé. Pero yo he ido, la verdad, siguiéndolas como las ovejas, aunque me crea pájaro, y más ancha que larga por sentirme integrada. Y luego han estado hablando ahí un montón de tiempo de gente que yo no conocía, poniendo a caldo a la mayoría; y yo riendo las gracias en el momento oportuno, por aquello de no confesar que no tengo ni idea de quién lleva siempre un mocho en la cabeza, de tanto como se carda el pelo, o quién necesita ponerse aparato en la boca porque los dientes se le amontonan todos justo debajo de la nariz. El caso es que al final, cuando ya caminábamos hacia clase otra vez, han hablado del finde, de los planes que tenían para el sábado, y Ainoa otra vez, como si fuera lo más normal, me ha dicho: "Te vienes, ¿no?". Pues eso, que el mañana salgo.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Miércoles, 10 de noviembre. Una montaña azul


(Ro, no te conté nada del domingo porque no había nada que contar, ¿me puedes explicar por qué te tiene tan intrigada María? :-|).
Bueno, ahí va la crónica:
Quedamos a las once en el Logui, un sitio que hay en el centro del pueblo donde, por lo visto, va la gente los fines de semana para tomarse algo. Lo llaman "los billares", pero no hay billares, extravagancias de Villatostón...
Quedamos a las once, sí, pero yo llegué a y veinte. Ya me conocéis: me dormí. Demasiadas tortitas el día anterior. No podía moverme, os lo juro. Estuvimos un par de horas repasando Mates y viendo un poco lo que no entendía de sus apuntes (tiene una letra muy clarita pero a veces la cambia y parece que la estruja). Y luego me fui a casa. Corriendo. Es que esta tía me hace sentir incómoda, de verdad. No te mira a la cara, sino que parece interesadísima en la punta de sus pies. Está siempre agarrando algo contra el pecho (su carpeta azul es su  mejor amiga, deben de tener unas conversaciones flipantes), pero aunque no fuera así, cuando estoy con ella tengo la sensación de que hay una montaña entre María y yo. Entre María y el resto del mundo. Y luego está ese jueguecito de los dedos, siempre apretando, tocando o rascando algo, como si no pudiera estarse quieta ni un segundo. Es grimoso: tiene los dedos llenos de heriditas de apretárselos con la goma de su famosa carpeta. Y luego está su pinta, con el pelo rubio, casi blanco, cayéndole a los lados de la cara, grasiento; la piel pálida, los ojos de susto, las ojeras oscuras. Si no fuera porque la he visto a la luz del día y no se ha desintegrado, te diría que es una vampira. No, más bien la víctima de un vampiro.
¿Sabéis lo peor? Que estaba incómoda, que quería irme de allí cuanto antes, que me estaba jurando a mí misma que no volvía a quedar con esta pava ni muerta... y adivinad lo que le dije cuando nos despedíamos. Que si quería, podíamos quedar el domingo que viene en mi casa para volver a estudiar juntas. :-o
¿Me estaré volviendo majara o estoy tan desesperada por tener vida social que terminaré invitando a los colegas de mi padre a merendar?

Ester

P. D. Ro, el dibujo que me enviaste no lo puedo descargar, no es un jpg, ¿verdad? Anda, mándamelo otra vez con otro formato, que quiero ver tu obra de arte :)

martes, 9 de noviembre de 2010

Martes, 9 de noviembre. Aterrizaje forzoso

Ya se me ha pasado la euforia. He aterrizado. Una llamada en un mes y yo me vuelvo loca y me monto una película. Y aunque fuera real, ¿por qué pensar en él si vivo a cientos de kilómetros y no lo veré en meses?
No te preocupes, Ro, de verdad. Tengo los pies en la tierra.


lunes, 8 de noviembre de 2010

Lunes, 8 de noviembre. Regaliz

¡ME HA LLAMADO ÓSCAAAAR!

Lo último que me esperaba, chicas, de verdad. O es un cínico de narices o lo de Marta nos lo hemos imaginado o tiene un lío mental que es para hacérselo ver. Que si me echaba mucho de menos, que cuándo iba para Madrid, que cómo era mi vida aquí, que qué chicos había conocido (esto me lo preguntó algo así como diez millones de veces en tres minutos), que por qué no le escribía mails como a vosotras (por favor, acordaos de que nunca, jamás, en la vida, puede llegar a conocer la existencia de este blog). También estaba un poco mosqueado porque no le había contestado a dos mensajes de móvil. Me hice la interesante, le dije que estaba muy ocupada y tal... pero la verdad es que le contesté y no debieron de llegarle; como en Villatostón, a veces, ni siquiera hay cobertura...
¿Creeis que será un caso de locura temporal o es que lo ha dejado con Marta? (Si es que alguna vez empezaron). Y yo estoy más feliz que un regaliz. Si seré boba :)

sábado, 6 de noviembre de 2010

Sábado, 6 de noviembre. Tortitas para cubrir huecos


Sábado, otra vez. En casa, y sola. ¿Pasaré todos los sábados de mi vida, a partir de ahora, sola?


Ayer por la noche, después de hablar por teléfono con Ro, mi madre vino a verme. Quería que fuéramos a pasar el fin de semana a la ciudad, para estar con mi padre. Fue algo así:
-¿Y por qué no viene él?
-Porque tiene que ensayar.
-Y yo tengo que estudiar.
Menos mal que esas palabras son mágicas. Queda un mes para los exámenes, y todavía me estoy enterando de qué van las clases. Así que esta mañana se ha ido ella y no volverá hasta mañana por la noche. Si estuviera en Madrid, montaría una fiesta, os invitaría a todos a organizar un camping en casa, saldría hasta la madrugada o haría una sesión de "cine sin paradas", como las que siempre juramos que haríamos cuando tuviéramos nuestra propia casa, ¿os acordáis? Pero como estoy aquí, me he dedicado a estudiar de verdad, me he tomado siete kilos de tortitas con nata, me he pasado la tarde haciendo zapping y ahora estoy tan aburrida que, después de que publique esta entrada, me meteré en la cama. ¿Mañana? Planazo. He quedado con María. Ella me pasa los apuntes que me faltan (sí, todavía hay cosas de principio de curso que no tengo y entran en los exámenes) y yo le echo una mano con las Mates. Le dije que se viniera a casa, o que yo iba a la suya. Más cómodo, ¿no? Pero reaccionó como si le estuviera proponiendo visitar al conde Drácula. A lo mejor es que su padre es vampiro :D Con lo rarita que es, no me extrañaría.
Mola el vídeo de la fiesta que me habéis mandado, aunque está todo un poco borroso. Ro, estás genial con esa cara tan pálida, los labios sangrantes y la araña colgando del pelo :D Por cierto, ¿quién era el chico que bailaba contigo? Eh, cerda, que eso no me lo has contado...
Estoy pensando que todavía han sobrado tortitas, a lo mejor me tomo un par para cenar. ¿Os he dicho que he engordado dos kilos desde que llegué? Estoy tan desesperada que a lo mejor hasta tiro de alguna peli de esas que mi madre guarda como tesoros. Alguna en blanco y negro, de mucho llorar, para terminar de deprimirme y sentirme desgraciada a gusto.



¿Vosotras salís hoy? No me contestéis. Pasadlo bien.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Jueves, 4 de noviembre. El gallo y las gallinas


¡Un premio de pintura! Qué pasada, Ro, eso es… GUAY, tía, es lo más… Y no digas tonterías: claro que era un concurso juvenil, no te fastidia, ¡¡tienes catorce años!! Pero mira, si hasta el profe te lo ha dicho, que era una pasada… Cuando seas famosa, ¿me querrás igual? :P
Hoy casi me da un infarto :-O
Después de dos días sin venir a clase, Miguel ha llegado y, nada más entrar, ha ido hasta mi sitio. Estaba blanco como un fantasma y más alto (bueno, lo más seguro es que eso me lo haya imaginado. No puede ser que esas patas interminables se alarguen más). He flipado porque iba solo, sin el séquito de admiradoras detrás. Pues eso, que se ha plantado allí delante, y ha dicho: "¿Qué tal?". Soy tan mema que no he sido capaz de contestar durante varios segundos eteeeeeeeeeeeeeernos. No tengo ni idea de todo lo que ha pasado por mi mente durante ese tiempo, pero millones de cosas, os lo juro. Al final me he decantado por un originalísimo “bien”, con gallo incluido. ¿Cómo puede una soltar un gallo en una palabra tan corta? Él se ha reído, pero no a carcajadas, como suele, sino torciendo la boca solo un poco (¿os he dicho ya que se ríe de lado? ¿Y que tiene los dientes perfectos? ¿Y los labios muy finos, como si alguien hubiera pintado una línea perfecta justo encima de su mentón? Porque unos labios gruesos y sensuales hubieran sido demasiado, de verdad).
Dos segundos después Ainoa y Lorena estaban en mi sitio hablando como loros. Estoy segura de que he subido puntos en su escala de valores solo por verme con Miguel. O no. Soy una malpensada. Y estoy paranoica. Serán los aires puros del campo, que me están atrofiando la sesera.
 
Ester
P. D. Lo de Óscar y Marta, me importa, pero no me importa. Me jode más que ella no haya sido capaz de dar la cara y contarme lo que le pasaba, lo que estaba pasando. Y a él, que le den. Que les den a los dos. Hala.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Miércoles, 3 de noviembre. Embutido



Hoy Miguel no ha venido a clase. Y me fastidia reconocer que me ha fastidiado. Desde hace dos semanas tenemos una especie de batalla silenciosa en la que, básicamente, nos lanzamos miradas en vez de misiles. Tengo todas las de perder, claro. En cuanto me clava sus ojos verdes (su ojo, el que no vive enterrado debajo del flequillo), ¡zasca!, pierdo. El estómago se me contrae y automáticamente bajo la mirada. No tengo ni idea de por qué. Rocío tiene razón cuando dice que, por lo que cuento, parece un imbécil. Es un imbécil. Estoy casi segura. Pero ya veis, no me puedo controlar. Así que, más que una guerra abierta, lo mío son escaramuzas (¿se dice así?): no me mira, le miro. Me mira, no le miro. Y cada día, cuando le veo hablar, caminar, fumar, reír… estoy más segura de que es un imbécil. ¿Quién me entiende?
La que tampoco ha venido a clase hoy ha sido María. Pero eso lo he notado menos. Como no habla…
Y Lorena me ha dicho que le “mola mazo” mi jersey (el morado de mi cumple, graciasssssss) y que si tengo planes para el finde. Podía haberle dicho: “sí, mogollón de planes”, y hacerme la guay, ¿no? Para que no me mirara con ojos de pena. Pero como soy idiota le he dicho que estaba más colgada que un chorizo. Y ella se ha empezado a reír. “Un chorizo, qué graciosa…”. Y ya. Vamos, que sigo colgada.
Ester
P. D. ¿En serio que no fueron ni Marta ni Óscar a la fiesta? ¿Casualmente, ninguno de los dos? Ya.

martes, 2 de noviembre de 2010

Martes, 2 de noviembre. Ahora soy profe

Flipante.

Hoy el profe de Mates me ha llamado cuando ha terminado su clase y me ha preguntado que qué tal lo llevaba, bla, bla, bla... Ya sabéis que yo no tengo problemas con los números, así que no era precisamente una asignatura que me preocupara, por eso estaba al loro, esperando a que el profe me explicara a qué venía tanta atención. Al final, como quien no quiere la cosa, va y me suelta:

-¿Y a María, cómo la ves?

Verla, yo la veo, que ya es algo. Oírla, menos. Los que yo creo que no la ven son los demás. Actúan como si no existiera. Y lo peor es que a ella le mola. Creo que estas Navidades pedirá a los Reyes volverse transparente. Sí, es lo que me parece que le gustaría a esta niña. Todo eso no se lo he contado al profe, claro. Me he limitado a decirle:

-Bien.

Y él va y me suelta que si no podría echarle una mano en su asignatura. YO, ECHARLE UNA MANO. A ELLA. Es de coña. O sea, que yo soy la nueva, yo soy la que me estoy partiendo los cuernos por ponerme al día, y resulta que esta tía es la que necesita ayuda. Pues vale.

Gracias por vuestra llamada de ayer, chicas. Llegó justo a tiempo: estaba dudando entre hacer una mochila y escaparme de casa o atracar la nevera para comer hasta el colapso... Conseguisteis que me olvidara de mis maravillosos planes. Bueno, más bien que los retrasara para mi próxima depre. Y las fotos de la fiesta ¡geniales! ¿Quién convenció a Mario para vestirse de zombi-socorrista? Por cierto, no tengo ni idea de quién se esconde debajo de la sábana de fantasma... ¿Era Marta? Porque no salía en ninguna foto.
 
Hoy he vuelto a clase. Tercera semana en Villatostón. ¿Conseguiré sobrevivir? Con un poco de suerte de aquí a veinte años nos plantan en el pueblo una discoteca... no, espera, lo mismo se estiran y ponen un McDonalds... No sé si podría resistir la emoción...

Os echo de menos.

Ester

lunes, 1 de noviembre de 2010

Lunes, 1 de noviembre. Snif

Me hubiera gustado ir a la fiesta de anoche. Me hubiera vestido de bruja con alas y me habría reído de cada solemne tontería que quisierais contarme. O a lo mejor me hubiera sentado a miraros, como si fuera el cine. Os echo tanto de menos, echo tanto de menos mi vida, mi ciudad, mi gente, mi casa... que solo con veros por un agujerito y reírme de lejos sería suficiente.
Pero no. Aquí no hubo celebración de Halloween (o si la hubo, yo no me enteré). Ainoa y Lorena, mis "amigas" de aquí, son bastante majas, pero todavía no me incluyen en sus planes. Mira que rogué por que me dejaran ir el puente a Madrid, mira que mi abuela insistió. Pero nada. "Todavía se está adaptando", le oí decir a mi madre. "Si ahora que empieza a estar contenta la mandamos a casa, volverá deprimida, y será como empezar de nuevo". A casa. Ella misma habla de Madrid como si fuera su casa, y esto no es más que un agujero en el tiempo, un espacio en blanco entre dos realidades, un universo paralelo en el que he caído por equivocación, como si fuera una pesadilla y no pudiera despertarme.

Sí, estoy fatal. Mejor lo dejo y escribo algo lógico cuando se me pase la depre.

Ester